Y allí, además de la Torre Eiffel, la sonrisa de la Gioconda y los paseos por el Sena, está enterrado Julio Cortázar. Entre mis "no me puedo ir de París sin..." estaba, encabezando la lista con varios cuerpos de ventaja: "Ir al cementerio de Montmartre, buscar la tumba de Julio". Hasta conseguí datos referenciales adentro del cementerio para facilitar la búsqueda.
Mi utópico Julito vivió gran parte de su vida en esta ciudad. Aquí se enamoró profundamente de Carol Dulop, su "osita". Vivieron una historia adolescente, viajaron, hicieron juntos un libro, eran cómplices en las locuras.
Ella enfermó, lo dejó solo con su leucemia, y él murío en París muy poquito tiempo después.
Después de la muerte de Carol, él escribio:
"(...) Cuánto quisiera que escribiésemos de nuevo juntos muchas páginas, Osita. Creo que lo haremos, quiero que lo hagamos. Estaremos de nuevo tan juntos, Osita."
(De "El lento desplazarse de las constelaciones por tu piel", Julio Cortázar, Papeles Inesperados, Alfaguara, 2009)
No hay comentarios:
Publicar un comentario